¡Bienvenida Primavera!

Entramos en la primavera con buenas temperaturas pero por fin con un poco de agua que buena falta le hace a la tierra de Albalatillo. Iremos actualizando el blog con diferentes fotografías de esta bonita estación del año en la que entramos. Ya sabéis, si queréis aportar vuestras fotos lo podéis hacer desde el Facebook de Albalatillo y nosotros las pasaremos aquí: www.facebook.com/Albalatillo

A ONCE DÍAS DE LAS FIESTAS...

Como todos los años, después de un largo y duro invierno, llega Julio y con él lo mejor de todo el año para muchos albalatilleros, ¡las fiestas de Santa Margarita!

Las fiestas de Albalatillo no son unas simples fiestas de un pueblo de los Monegros, son mucho más. Solamente por las fechas en las que cae ya son especiales, a mitad de Julio, anunciando que estamos en pleno verano y que aun nos quedan unos meses para volver al horrible frío y las tardes encerrados en casa, y que podremos disfrutar del buen tiempo, la calle, la piscina y los amigos por unos cuantos días. Además son de las primeras fiestas del verano, con lo que la gente las coge con muchísimas ganas.

Unas semanas antes de que llegue el 20 de Julio en el pueblo ya se empieza a oler el ambiente de fiesta. Los amigos que prácticamente no se ven durante el año, excepto en ocasiones especiales, comienzan a juntarse, a llamarse y a dar señales de vida porque las fiestas están al caer y ¡hay que hacer peña!. Los que ya están más en contacto y por el pueblo comienzan a pensar en locales donde “meterse” estas fiestas, a llamar a las casas y prometer jamones a cambio de un sitio que pueda albergar a unos cuantos jovencitos, y no tan jovencitos, a altas horas de la mañana. Es una época de amistad, de volver a reencontrarte con mucha gente que no ves el resto del año, contarles que es de tu vida y sobre todo reír, recordar aventuras y pasar un buen rato entre amigos o conocidos pero de los buenos, de los de tu pueblo.

Encontrar una peña no es tarea fácil, no todos los que tienen locales se acaban de fiar de dejar el suyo, ¡y una peña es imprescindible en unas fiestas!. Un lugar donde pasar las tardes y comentar la noche anterior, y también donde acabar la noche cuando ya ha cerrado todo. Un lugar de reunión, un lugar donde, te levantes a la hora que te levantes sabes que va a haber alguien con el que juntarte y empezar otro día más de fiestas. Un lugar donde cenar y comenzar la noche con unas buenas risas, un lugar donde el ambiente sabes que no te va a defraudar. Así que ya sabéis, a buscar, a pedir, a prometer jamones, a comprar y a prepararlo todo que Santa Margarita ¡ya está aquí!.



A once días de las fiestas (¡qué poco queda!) el pueblo entero ya se está preparando. Las puertas de esas casas cerradas durante todo el invierno empiezan a ser abiertas por aquellas personas que no vienen en todo el año, pero no pueden faltar a esta cita, y vienen ya unos días antes para estar bien preparados. El resto de gente que vive por aquí empieza a preguntar a familiares y amigos para ver cuánta gente vendrá este año, limpiar la casa, ocupar las habitaciones vacías, comprar reservas, y buscar sus mejores galas para el día 20 de Julio.

Cinco días de Fiestas que nadie que tenga relación con Albalatillo quiere perderse porque seamos sinceros, las fiestas de Santa Margarita son ¡las mejores de todo Monegros y alrededores!

Ya ha salido el programa de Fiestas y pronto llegará a nuestras casas, la garita ya ha llegado, pronto decorarán las calles y la plaza, se empezarán a abrir las peñas para limpiarlas, a ver más movimiento de lo normal... que se note esa alegría, que Albalatillo por fin está de Fiesta, que se sepa de donde somos y lo orgullosos que estamos ¡Que viva Santa Margarita! ¡Y que viva Albalatillo!

El paisaje de la Huerta Vieja

 ¿Todos sabéis qué es la Huerta Vieja?  ¿Y lo que realmente significa para los habitantes de Albalatillo?

La Huerta Vieja es esa zona de Albalatillo que limita con el Río Alcanadre y que alberga muchos campos de cultivo trabajados, casi en su mayoría, por gente del pueblo. Estos campos han pertenecido a las familias de Albalatillo desde hace cientos de años.

La Huerta Vieja es inconfundible, con esa infinidad de pequeños campos cada uno de un color, que conforman el paisaje del pueblo y da una maravillosa vista hacia el río desde muchos lugares de Albalatillo.

La razón de esta entrada es que, en los próximos meses este paisaje cambiará, y creíamos necesario hacerle un pequeño “homenaje”. Este cambio que se va a producir, y que todos veremos, se debe principalmente a un desarrollo de la agricultura, necesario para que pueda ser una profesión adaptada a estos nuevos tiempos.

El paisaje de la Huerta Vieja cambiará de esta manera: todos esos pequeños campos, cada uno de un dueño diferente, se van a repartir en lotes agrupados para que pertenezcan a uno solo, y de esta manera conseguir que la vida del agricultor sea un poco más cómoda.

De esta manera, podremos seguir hablando de aquellas zonas como “Fajalenguas”, “El Puente de las Vacas” o “Los Sarrajonales”; por nombrar algunas, pero ya no podremos hablar del “Campo Juan”, el “Campo del Soto” o la “Viña de Jaime”, ya que todos estos campos quizás ya no pertenezcan a esas personas, y hayan entrado en el lote de otro agricultor.

El paisaje cambiará porque los campos serán más grandes, más lineales, por lo tanto ya no podremos ver ese precioso paisaje de campos diminutos que identifica al pueblo.

Pero no serán sólo los agricultores lo que notarán este cambio. Hoy en día hay mucha gente tanto de Albalatillo como de los alrededores que utilizan los caminos que existen en esta Huerta Vieja para pasear, hacer deporte , etc, y todas estas personas también notarán un cambio. Éstos caminos ya no serán los mismos, el trazado será diferente, aunque el lugar por donde transcurrirán será muy parecido.

  

                                                  (Camino que baja al río desde el pueblo)

También las acequias cambiarán. Esas famosas acequias que recorren toda la Huerta  y que sirvieron en tiempos para mover el Molino de Aceite y el Molino de Harina que existieron en Albalatillo desaparecerán. El motivo de esta desaparición es que, a partir de este momento, todo el riego de los campos se realizará por aspersión.

Son muchos cambios los que se van a realizar, y es entendible que dejar un campo que ha pertenecido a una familia durante cientos de años, y al cual se le puedes llegar a tener incluso un cierto cariño puede ser difícil, pero se ha de reconocer que Albalatillo ha sido y sigue siendo un pueblo de agricultores en su gran mayoría, y si no queremos que en un futuro nuestro pueblo acabe desapareciendo porque la gente ya no viva en él, tenemos que entender este tipo de cambios, y entender también que los agricultores, al igual que el resto de la gente, quiere tener una vida más cómoda, tanto por ellos como por el futuro de sus tierras.

   (Campos trabajados de la Huerta)

Dejando aparte los sentimientos o la melancolía, se debe ver este cambio siempre pensando en el futuro para el pueblo y para los valientes que todavía hoy en día se siguen dedicando a la agricultura. Supone por lo tanto progreso en este sector, y sobre todo, para los agricultores, comodidad a la hora de trabajar estos campos.

Los de Albalatillo nunca olvidarán la Huerta, y seguro que, por mucho que cambie, nunca nadie dejará de llamarla así.

COMO NO HABLAR DE...LA CANTERA

Lugar de escondite, de quedada, de risas, de confidencias, de secretos a voces...lugar de amigos. Eso ha sido y es la Cantera para todos aquellos que han pasado algún momento de su juventud en Albalatillo, y hoy en día lo sigue siendo.

A pesar de ser uno de los sitios más solitarios durante el frío y largo invierno, en verano se vuelve un “hervidero” de jóvenes que salen de la plaza en esa dirección, para tener un poco más de intimidad frente al resto de la gente.

Escondida tras la plaza y con unas inmejorables vistas hacia la Huerta vieja y el río Alcanadre, no hay lugar en Albalatillo que haya visto más historias de adolescentes que éste. Aunque cabe decir que no ha sido el único, ya que algunos otros como la calle Ronda del Este (“el banco de la Regaliz, por ejemplo”) también han sido testigos de muchas noches de juventud.

Muchos de nosotros, mientras el acné empezaba a aparecer en nuestra cara, pasábamos en la Cantera tardes y noches enteras. Lo mejor de todo es que hoy en día este lugar sigue teniendo la misma función. La función de ser aquel sitio del pueblo, un poco más privado que los demás, al que “no está permitido” el acceso de....padres.

La Cantera está deseando que llegue el calor y que las voces de los niños se empiecen a oír por todos los rincones del pueblo, porque eso significará que nuevos niños la pisarán, o que los ya veteranos de este lugar volverán a frecuentarla, y seguro que allí se vuelven a vivir momentos inolvidables.

Muchos no tan jovencitos hoy en día me han confesado haber pasado allí muchas horas de su vida durante sus “años mozos”. No hagamos pues que esta “tradición” se pierda, y dejemos que este lugar siga teniendo esa intimidad de la que, los que ya no nos escondemos, pudimos disfrutar.

LA VERDADERA HISTORIA DE LA FUENTE DEL SASO

Muchos conocemos la Fuente del Saso como aquel bonito y silencioso lugar al lado del estanque (conocido en el pueblo como “el tanque”) de Albalatillo, pero pocos son lo que conocen realmente la historia de este sitio. Esta fuente ha sido lugar de vivencias de prácticamente todos los que han habitado en Albalatillo, desde los que ahora son más jóvenes, hasta de muchos soldados de la guerra civil.

Esta fuente suministró agua para el pueblo monegrino hasta aproximadamente 1969, pero existe desde bastantes años antes. Fue durante la guerra civil cuando fueron construidos en este lugar un pequeño estanque y dos lavaderos por los propios soldados. Terminaron la obra el 10 de Enero de 1937. 

(Grabado de 1937)

El estanque recogía las aguas de la fuente (manantial), y cuando éstas alcanzaban un determinado nivel salían por 20 boquillas que daban a una pila revestida de azulejos. En la época de la guerra civil estas boquillas servían para la higiene personal de aquellos soldados que habitaban en el “Campo de Aviación”, situado a unos pocos metros de la fuente.

También se construyeron dos lavaderos, que hoy en día se encuentran bajo tierra, y cuya finalidad en ese momento fue la del lavado de las ropas y de los equipos de los soldados. Una vez pasó la guerra, aún recuerdan algunos del lugar ver a sus abuelas haciendo allí su colada.

Esta fue la estampa de la Fuente del Saso hasta Julio de 1970. Fue entonces cuando se remodeló tal y como ahora la conocemos. Se taparon los lavaderos y se colocó una losa sobre el estanque.

La Fuente del Saso es un lugar emblemático de este pueblo, tanto por la historia que tiene, como por todas las historias que podrían contarnos los habitantes del lugar.

Esta fuente ha visto a muchos de los habitantes de Albalatillo ir a hacer comidas, meriendas y cenas con los amigos o la familia. También ha visto a los más pequeños ir a coger cangrejos tras haberse escapado del pueblo; incluso a los más mayorcitos fumarse allí sus primeros cigarros, o tener sus primeras aventuras románticas.

(Comida popular, año 1992)

Indudablemente es un lugar mágico, donde el ruido del agua es el único que rompe el silencio. Es muy recomendable que si alguien no ha estado vaya a visitarlo, sobre todo cuando el sol empieza a esconderse y tras salir de la Fuente un precioso atardecer junto al “tanque” está esperándote. 

Es casi seguro que no existe ni un solo albalatillero que no tenga algún recuerdo en la Fuente del Saso, incluso algunos de ellos quisieron dejar su huella, para que este lugar ya nunca durmiera solo.

(Árbol con nombres grabados)

 

Hoy mismo se están rehabilitando tanto el pequeño estanque como los lavaderos, y sacando la verdadera historia de este pueblo. Así que la próxima vez que vengáis por Albalatillo, no dudéis en ir a disfrutar de este emblemático lugar, porque ya estará totalmente restaurado.

(Proceso de remodelación de la Fuente del Saso)